29 jun 2010



Misiones- Selva Iguazu - Yacutinga Lodge - Ecología

Tras las Huellas del yaguareté: el gran felino de América

Seguirle el rastro al yaguareté, el “rey” de la Selva Misionera -que la gente del lugar insiste en llamar tigre-, no es sencillo. Según estudios realizados por investigadores del CONICET, la provincia de Misiones, sólo cuenta con alrededor 50 ejemplares adultos. Es así como la exploración y el hallazgo de sus huellas en las inmediaciones de la Reserva Natural Yacutinga se convierte en una fantástica aventura, sólo comparable con descifrar los caminos que llevan al “Santo Grial” en una película de Indiana Jones.

La serie de rastros del felino, descubiertos en la orilla del arroyo Tacuara sobre la ruta 101, que en su paso por el Parque Nacional Iguazú llega hasta el Refugio Privado Yacutinga, además de ser una asombrosa noticia, es un orgullo para los Guías Ambientalistas de Yacutinga Lodge, quienes hicieron el hallazgo.
Este grupo de profesionales dedicados a la interpretación ambiental y la conservación de la Selva Misionera, trabajan en esta reserva eco-turística, y todos los días exploran sus senderos e inmediaciones en busca de conocer y descubrir los secretos de la vida del majestuoso universo clorofílico que representa Yacutinga, una de las pocas aéreas con un excelente estado de conservación de su naturaleza.
Pero nada es casualidad, ya que la conservación de la selva es una cuestión de vida o muerte para los Yaguaretés que, debido a su fuerte carácter territorial y su gran tamaño, necesita de grandes extensiones de naturaleza virgen para alimentarse y reproducirse; y la fragmentación y deterioro que sufre su ecosistema en las provincias en que habita, es una de las principales causas que hacen que esta especie esté al borde de la extinción.
Como resultado de la desaparición de grandes áreas de naturaleza virgen, el encuentro de este esquivo felino en la espesura de la selva es cada vez más extraña, y en Misiones solo encuentra “refugio” en el Parque Nacional Iguazú, - y sus inmediaciones-, el Parque Provincial Urugua-í en el norte, hasta los valles del Cuñá Pirú  y la reserva de Biósfera Yabotí en el centro de la provincia. Así, las pocas regiones que conservan la selva en buen estado se convierten en verdaderos santuarios naturales.

Con esto, podría decirse que la impronta de las pisadas de yaguaretés, en las inmediaciones de la ruta que comunica el famoso Parque Nacional Iguazú con la reserva de vida silvestre Yacutinga es un verdadero hallazgo.

El yaguareté en “asecho”
El gran felino, otrora venerado por las culturas precolombinas de América, sufrió –paradójicamente- el constante “asecho” del hombre a lo largo de los últimos dos siglos de la historia Americana. De su territorio original, que comprendía desde el sudoeste de Estados Unidos hasta la orilla del Rio Negro en la Patagonia, sólo quedan manchones de selva desperdigada desde México hasta el norte de nuestro país.
Arrinconado en las yungas de Salta y Jujuy, una porción de Chaco y en la selva misionera, la población original de yaguaretés de Argentina disminuyó en más de un 85 %, y se estima que en la actualidad, sólo unos 200 ejemplares encuentran refugio en estas áreas boscosas del norte del país.

Son varias las razones por las que el Yaguareté, “la verdadera fiera” para los Guaraníes, está al borde de la extinción. A principios del siglo XIX, fue cazado indiscriminadamente por su piel -muy cotizada en los mercados internacionales-, y : se estima que en esa época, más de 2.000 cueros de yaguaretés salían por año, desde el puerto de Buenos Aires hacia Europa.
En la actualidad, la mayor amenaza para este animal es la rápida destrucción, degradación y fragmentación de su hábitat. La selva misionera cuenta con menos del 20 % de su superficie original. El resto sufre la constante deforestación, la explotación agrícola-ganadera, la instalación de grandes represas hidroeléctricas y la proliferación de carreteras, que reducen -cada vez más- las extensas áreas naturales que el felino requiere para encontrar el sustento necesario para alimentarse, procrearse y, así perpetuar su especie.
Esta reducción y “fragmentación” de su hábitat original, por un lado, hace que sólo queden algunas pequeñas “comunidades” de yaguaretés, que viven muy separadas unas de otras y sin vías de conexión entre las distintas zonas territoriales, y por lo tanto se procrean entre ejemplares de la misma “familia”, lo que provoca la endogamia, es decir el desgaste genético de sus poblaciones.
La fragmentación” de la selva, afecta también la cadena alimenticia de estos animales, que al no encontrar las presas naturales que forman su dieta, buscan otras opciones. Entonces atacan a los animales domésticos de las granjas aledañas a los parques y reservas naturales; y se convierte en un temido rival para los pequeños granjeros - en muchos casos, familias muy pobres y con bajo nivel de educación-, que ante la presencia de un felino no dudan en jalar del gatillo.
Mientras tanto, aunque fue declarado monumento Nacional y Provincial en Misiones en 1988, y Monumento Nacional Natural en Argentina en el año 2001, lo cierto es que cada vez hay menos yaguaretés, esto porque más allá de las leyes, en la práctica no hay un plan eficaz de protección de la especie para apaliar la matanza y la destrucción de su hábitat.
Siendo el felino más grande de América, los Yaguaretés son ejemplares que miden unos dos metros de largo y fácilmente superan los 100 kilos. Su fuerte territorialidad hace que un macho adulto necesite más de 200 km2 de superficie; y en su espacio tolera, únicamente, la presencia de dos o tres hembras, pero no de otros machos. El macho, morador solitario por naturaleza, sólo se junta con una hembra durante la época de celo, la cual cuida de la camada de cachorros – compuesta por lo general de 1 a 2 crías-, durante dos años. Para vivir prefiere ambientes selváticos en buen estado de conservación, en especial cerca de ríos y pantanos. Su gran habilidad como nadador y caminante incansable es otra de las características que hace que requiera de extensos espacios de selva.
Sin duda, el deterioro de la naturaleza –por la mano del hombre- desencadena una serie de factores que aceleran vertiginosamente la disminución de sus poblaciones. Es así como la supervivencia del “Gran felino de América” está seriamente comprometida, y su especie al borde la extinción en Argentina.
De este modo, el depredador más importante de la selva, se bate en retirada; en silencio y a escondidas. Por eso, encontrarlo no es tarea sencilla, y los ejemplares que quedan están resignados a subsistir en estas pequeñas porciones de selva donde se “refugia”; misterioso y solitario, dejando sólo la estampa de sus huellas.

10 dic 2009

Protegiendo nuestra selva



PROTEGIENDO NUESTRA SELVA

 

Del 12 al 22 de noviembre las biólogas españolas Kira Lazaro y Marta Fleitas, estuvieron participando en el plan de monitoreo de condiciones ambientales de que se realiza desde hace 8 años en Yacutinga. Su trabajo consistió en medir el impacto en el suelo ocasionado por los grupos de visitantes al pasar por los senderos de interpretación.

 

El proyecto tiene el objetivo de llevar un control del estado de los senderos para minimizar los disturbios y conseguir un equilibrio entre la actividad ecoturística y la conservación de la reserva.

 

El método de muestreo consistió en tomar medidas de la topografía del terreno analizando el estado del suelo así como la relacionada cobertura del dosel, las condiciones climatológicas, etc. Posteriormente con los datos obtenidos se realizaron gráficos para poder comparar los resultados con  muestreos anterior a fin de analizar cambios, ya sean positivos como negativos.

 

Este proyecto junto con otros estudios de impacto ambiental, ayudan a que Yacutinga cumpla una de sus mayores prioridades, dar a conocer la Selva Misionera de manera respetuosa y amigable con el medioambiente para así,  evitar su degradación por el uso eco turístico responsable que recibe el lugar.

 

27 nov 2009

Las estruendosas cigarras de nuestra Selva.



Esta foto es del adulto de Carineta formosa saliendo de la piel de la ninfa. Esta cigarra (Homóptera) de pequeñas dimensiones (alrededor de 5 cms de largo) es muy particular pues, además de su hermoso colorido, durante los meses primaverales, podemos oírlas más que verlas cuando los machos vuelan y llaman a las hembras con una especie de fuerte chasquido que le es muy característico durante gran parte del día.

Los cicádidos (Cicadidae), conocidos popularmente como cigarras o chicharras, o cícadas en su etapa ninfal, son una familia de insectos del orden Hemiptera. Tienen pequeños ojos muy separados en la cabeza y cuatro alas transparentes o translúcidas. Las alas anteriores son grandes y muy visibles, mientras que las posteriores son más pequeñas y quedan ocultas cuando no está volando. Las cigarras, también llamadas chicharras en algunos países como Guatemala, Nicaragua, México, Costa Rica, Chile, Venezuela o España, pueden vivir tanto en climas templados como tropicales.
Es notorio el canto entonado por los machos para atraer a las hembras, producido por un aparato estridulatorio situado en los costados del primer segmento abdominal, que consta de membranas quitinosas llamadas timbales y de sacos con aire que funcionan como cajas de resonancia, emitiendo cada especie un sonido propio característico. Los órganos auditivos están ubicados en el tórax. Aunque el sonido es emitido a cualquier hora del día es más frecuente e intenso al anochecer y al amanecer.
Miden entre 15 y 65 milímetros de largo. Poseen un "pico" largo para alimentarse de savia de los árboles y otras plantas. Tienen un desarrollo vital completo que dura de 2 a 17 años, según la especie.
• Las hembras ponen sus huevos y mueren poco después.
• Los insectos jóvenes (o ninfas) caen al suelo y penetran en la tierra.
• Las ninfas viven dentro de la tierra de 4 a 17 años (dependiendo de la especie) y se alimentan de la savia de las raíces.
• Después de ese período, cavan túneles, suben a los árboles y sufren una muda, transformándose en adultos con alas y genitalia desarrollada listos para el apareamiento.
• El apareamiento tiene lugar generalmente durante los meses cálidos, aunque la época varía según la especie y la región.

Varias especies se aparean en una misma época lo que produce un fenómeno sonoro peculiar, durante unas dos semanas de cantos ensordecedores, apareamientos y puesta de huevos.

13 nov 2009

La danza del cortejo

Suspendida en una ramita del sotobosque, la hembra del Bailarín Azul - Chiroxiphia caudata – observa la hilera de machos que se mueven frenéticamente preparándose para el ritual de cortejarla. Los machos levantan un corto vuelo para mostrarle a la hembra su plumaje brillante y multicolorido. Desarrollando este ritual de alternancia a alta velocidad los machos intentan seducir a la hembra mostrándole sus llamativas plumas rojo/anaranjadas. Este frenesi danzarino termina cuando el macho dominante o macho alfa emite un agudo canto foneticamente parecido a un chui,chui,chui declarando la terminación del ritual. Posteriormente el macho seleccionado por la hembra volara a la privacidad de la espesura con su enamorada. Esta exhibición característica de los bailarines es llamada Lek entre los Ornitólogos. Se caracteriza este ritual, por estar siempre comandado por el macho dominante, quien hace participar a sus “alumnos” o machos mas jóvenes. Aparentemente, el macho alfa necesita demostrarle a la hembra su capacidad de instruir a más bailarines y convocarlos al Lek. De esta manera el macho alfa perpetua su progenie. Durante el periodo de reproducción es común escuchar y a veces observar este extraño comportamiento en la espesura del borde del riacho San Francisco, hacia el Noreste de la Reserva Yacutinga.

Algunas consideraciones sobre los Insectos de nuestra Selva






Durante el Primer Curso de Mariposas que acabamos de concluir, tuvimos la suerte de observar una gran variedad de orugas dentro de la Selva.
Realmente sería muy interesante criar muchas de ellas para saber qué son, de hecho hay muchos especialistas que se han equivocado al intentar identificar orugas en el campo.
Este es un grupo demasiado grande entre polillas y mariposas.
Lamentamos no poder dar mayores explicaciones de lo mucho que hemos visto e individualizado, hacerlo seria mentir o especular. No es nuestra forma de ser.
Quizás una buena idea seria tomar algún voluntario que nos quiera ayudar con este tipo de identificaciones, las cuales serian sumamente útiles para la Ciencia.

LAs mariposas de nuestra Selva






Entre 18 al 21 de Octubre 2009, se llevo adelante en Yacutinga Lodge el primer curso sobre Lepidópteros de la Selva Paranaense.

Su contenido académico estuvo a cargo del reconocido naturalista argentino, Ezequiel Núñez Busto quien ha dedicado con pasión y muchísimo esfuerzo casi toda su vida al estudio de las mariposas argentinas.

Fueron días de compañerismo, intercambio intenso de información mechando salidas a campo y clases teóricas.
Asistieron al Curso un nutrido número de amantes de la Naturaleza, entre ellos estudiantes de Biología, Turismo y Guardaparques. Guías naturalistas de Puerto Iguazú, de Posadas y de Foz do Iguacu (Brasil), también un representante de la Comunidad Guaraní del Iriapu y varios baqueanos del proyecto Cabure-I.

Desde el 2006 Yacutinga Lodge organiza este tipo de Cursos dirigidos a la capacitación de las personas que de alguna manera están en contacto con quienes visitan esta zona de tierra colorada, verdes profundos y grandes aguas.

El éxito de estos cursos, nos alienta y prometemos para el 2010 incorporar más temas al calendario de cursos que vienen, para si lograr una mayor capacitación profesional en nuestra zona y un interesantísimo intercambio entre las personas que actuamos responsablemente a favor del correcto desarrollo de la actividad turística en la tierra de las Cataratas del Iguazu.